Se trata de una amplia producción de paisajes
realizados desde los catorce años
a los que se remonta Armonía en la naturaleza.
En ellos destaca el atractivo que para el autor tiene la ciudad
y los alrededores de Ronda,
admirada en sus constantes paseos
por los atractivos alrededores.
Una vez terminada la carrera de Bellas Artes,
a partir de una exposición colectiva en la sala
de la Real Maestranza de Caballería de Ronda,
recibe una amplia serie de encargos específicos
de paisajes urbanos y vistas de pueblos de la Serranía,
como estrategia de la entonces Caja de Ahorros de Ronda, para decorar las sucursales de estos lugares
a partir de las sucesivas reformas de las oficinas
que en esa época se emprendieron, y contribuyeron
a una mayor identificación de los habitantes con la entidad. Hoy esta colección de casi cincuenta paisajes es la más amplia de su obra, propiedad de la Fundación Unicaja.